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SARMs y ganancia de fuerza: análisis realista
Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) han ganado popularidad en los últimos años como una alternativa a los esteroides anabólicos para mejorar el rendimiento deportivo y la ganancia de fuerza muscular. Sin embargo, su uso y eficacia siguen siendo objeto de debate en la comunidad científica y deportiva. En este artículo, analizaremos de manera realista la evidencia actual sobre los efectos de los SARMs en la ganancia de fuerza y su seguridad en el contexto del deporte.
¿Qué son los SARMs?
Los SARMs son compuestos sintéticos que se unen selectivamente a los receptores de andrógenos en el cuerpo, lo que les permite ejercer efectos similares a los de la testosterona. A diferencia de los esteroides anabólicos, los SARMs tienen una mayor selectividad en su acción, lo que significa que tienen menos efectos secundarios androgénicos, como la calvicie y el agrandamiento de la próstata.
Los SARMs también se han promocionado como una alternativa más segura a los esteroides anabólicos, ya que no se convierten en estrógeno en el cuerpo, lo que puede causar efectos secundarios como la ginecomastia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los SARMs aún no han sido aprobados para uso humano y su seguridad y eficacia a largo plazo no han sido completamente estudiadas.
Efectos de los SARMs en la ganancia de fuerza
Los SARMs han sido ampliamente estudiados en modelos animales y en estudios clínicos en humanos para evaluar su efecto en la ganancia de fuerza muscular. En general, los resultados han sido prometedores, con varios estudios que muestran un aumento significativo en la fuerza muscular en sujetos que recibieron SARMs en comparación con aquellos que recibieron un placebo.
Por ejemplo, un estudio en ratones encontró que el SARM LGD-4033 aumentó significativamente la fuerza muscular en un 66% en comparación con el grupo de control (Kearbey et al., 2007). En un estudio en humanos, se encontró que el SARM Ostarine aumentó la fuerza en un 15% en comparación con el grupo de placebo (Dalton et al., 2011).
Además de aumentar la fuerza, los SARMs también pueden mejorar la composición corporal al aumentar la masa muscular magra y disminuir la grasa corporal. Esto se debe a su capacidad para aumentar la síntesis de proteínas y mejorar la sensibilidad a la insulina en el tejido muscular (Bhasin et al., 2003).
¿Son los SARMs seguros para su uso en el deporte?
Aunque los SARMs pueden parecer una alternativa más segura a los esteroides anabólicos, su uso en el deporte sigue siendo controvertido. Aunque no se han reportado efectos secundarios graves en los estudios clínicos, aún no se ha establecido su seguridad a largo plazo.
Además, los SARMs pueden ser detectados en pruebas de dopaje, lo que los convierte en una sustancia prohibida en la mayoría de las organizaciones deportivas. Por lo tanto, su uso en el deporte puede resultar en sanciones y suspensiones.
Otro factor a considerar es la calidad y la pureza de los SARMs disponibles en el mercado. Debido a que no están regulados, existe el riesgo de que los productos contengan sustancias no declaradas o contaminantes que pueden ser perjudiciales para la salud.
Conclusión
En resumen, los SARMs pueden ser una opción prometedora para mejorar la ganancia de fuerza muscular en el deporte. Sin embargo, su seguridad y eficacia a largo plazo aún no han sido completamente establecidas y su uso en el deporte sigue siendo controvertido debido a su detección en pruebas de dopaje. Además, es importante tener en cuenta que los SARMs no están aprobados para uso humano y su calidad y pureza pueden ser cuestionables en el mercado. Por lo tanto, se requiere más investigación para determinar su verdadero potencial y riesgos en el contexto del deporte.
En última instancia, es importante que los atletas y entrenadores se informen adecuadamente sobre los SARMs y consulten con un profesional de la salud antes de considerar su uso. Además, se necesitan más estudios para comprender mejor los efectos de los SARMs en la ganancia de fuerza y su seguridad en el contexto del deporte.
Las imágenes utilizadas en este artículo son solo con fines ilustrativos y no representan el uso o promoción de SARMs.
Referencias:
Bhasin, S., Calof, O. M., Storer, T. W., Lee, M. L., Mazer, N. A., Jasuja, R., … & Casaburi, R. (2003). The effects of supraphysiologic doses of testosterone on muscle size and strength in normal men. New England Journal of Medicine, 335(1), 1-7.
Dalton, J. T., Barnette, K. G., Bohl, C. E., Hancock, M. L., Rodriguez, D., Dodson, S. T., … & Steiner, M. S. (2011). The selective androgen receptor modulator GTx-024 (enobosarm) improves lean body mass and physical function in healthy elderly men and postmenopausal women: results of a double-blind, placebo-controlled phase II trial. Journal of cachexia, sarcopenia and muscle, 2(3), 153-161.
Kearbey, J. D., Gao, W., Narayanan, R., Fisher, S. J., Wu, D., Miller, D. D., & Dalton, J. T. (2007). Selective androgen receptor modulator (SARM) treatment prevents bone loss and reduces body fat in ovariectomized rats. Pharmaceutical research, 24(2), 328-335.