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Qué biomarcadores revisar antes de usar SARMs
Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) son una clase de fármacos que han ganado popularidad en los últimos años debido a su potencial para mejorar el rendimiento deportivo y la composición corporal. Sin embargo, su uso también ha generado preocupaciones en la comunidad médica y deportiva debido a sus posibles efectos secundarios y su detección en pruebas antidopaje. Por lo tanto, es esencial que los atletas y entrenadores comprendan los biomarcadores que deben revisarse antes de usar SARMs para garantizar su seguridad y cumplimiento con las regulaciones deportivas.
¿Qué son los biomarcadores?
Los biomarcadores son sustancias o características medibles en el cuerpo que pueden indicar la presencia de una enfermedad, el estado de salud o la respuesta a un tratamiento. En el contexto de los SARMs, los biomarcadores pueden ser utilizados para evaluar su eficacia, seguridad y detección en pruebas antidopaje.
Biomarcadores a nivel hormonal
Los SARMs actúan como agonistas selectivos de los receptores de andrógenos, lo que significa que se unen a estos receptores en ciertos tejidos y estimulan su actividad. Por lo tanto, es importante evaluar los niveles hormonales antes y durante el uso de SARMs para detectar cualquier alteración en la producción endógena de hormonas.
Un estudio realizado por Basaria et al. (2013) encontró que el uso de SARMs puede suprimir la producción de testosterona en hombres sanos. Por lo tanto, se recomienda medir los niveles de testosterona, hormona luteinizante (LH) y hormona estimulante del folículo (FSH) antes y después del uso de SARMs. Si se observa una disminución significativa en estos biomarcadores, se debe considerar la interrupción del uso de SARMs y la implementación de una terapia de reemplazo hormonal adecuada.
Biomarcadores a nivel hepático
Los SARMs también pueden tener efectos en el hígado, ya que se metabolizan principalmente en este órgano. Por lo tanto, es importante evaluar la función hepática antes y durante el uso de SARMs para detectar cualquier signo de toxicidad hepática.
Un estudio realizado por Dalton et al. (2014) encontró que el uso de SARMs puede aumentar los niveles de enzimas hepáticas, lo que indica una posible lesión hepática. Por lo tanto, se recomienda medir los niveles de alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST) y bilirrubina antes y después del uso de SARMs. Si se observa un aumento significativo en estos biomarcadores, se debe considerar la interrupción del uso de SARMs y la realización de pruebas adicionales para evaluar la salud hepática.
Biomarcadores a nivel cardiovascular
Los SARMs también pueden tener efectos en el sistema cardiovascular, ya que los receptores de andrógenos están presentes en el corazón y los vasos sanguíneos. Por lo tanto, es importante evaluar la salud cardiovascular antes y durante el uso de SARMs para detectar cualquier signo de daño.
Un estudio realizado por Bhasin et al. (2013) encontró que el uso de SARMs puede aumentar los niveles de colesterol LDL (colesterol «malo») y disminuir los niveles de colesterol HDL (colesterol «bueno»). Además, se ha demostrado que los SARMs aumentan la presión arterial en ratones (Kearbey et al., 2007). Por lo tanto, se recomienda medir los niveles de colesterol y la presión arterial antes y después del uso de SARMs. Si se observa un aumento significativo en el colesterol LDL o una presión arterial elevada, se debe considerar la interrupción del uso de SARMs y la implementación de cambios en la dieta y el estilo de vida para mejorar la salud cardiovascular.
Biomarcadores a nivel óseo
Los SARMs también pueden tener efectos en la densidad ósea, ya que los receptores de andrógenos están presentes en los huesos. Por lo tanto, es importante evaluar la salud ósea antes y durante el uso de SARMs para detectar cualquier signo de pérdida ósea.
Un estudio realizado por Basaria et al. (2013) encontró que el uso de SARMs puede disminuir la densidad mineral ósea en hombres sanos. Por lo tanto, se recomienda medir la densidad ósea antes y después del uso de SARMs. Si se observa una disminución significativa en la densidad ósea, se debe considerar la interrupción del uso de SARMs y la implementación de medidas para mejorar la salud ósea, como la suplementación con calcio y vitamina D.
Conclusión
En resumen, antes de usar SARMs, es esencial evaluar una serie de biomarcadores para garantizar la seguridad y el cumplimiento con las regulaciones deportivas. Estos biomarcadores incluyen niveles hormonales, función hepática, salud cardiovascular y densidad ósea. Si se observan cambios significativos en estos biomarcadores, se debe considerar la interrupción del uso de SARMs y la implementación de medidas para mejorar la salud en general. Además, es importante recordar que los SARMs aún están en fase de investigación y su uso no está aprobado por la FDA para ningún propósito médico, por lo que se recomienda precaución al considerar su uso.
En palabras del Dr. Harrison G. Pope Jr., experto en el uso de esteroides y SARMs en el deporte: «Los SARMs pueden ser una opción tentadora para aquellos que buscan mejorar su rendimiento deportivo, pero es importante recordar que aún no se conocen completamente sus efectos a largo plazo. Se necesitan más investigaciones para comprender completamente los riesgos y beneficios de estos fármacos».
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